Historia

Un poco de historia -CAFAM- CÁMARA DE FABRICANTES DE MOTOVEHICULOS

Desde mediados de la década de 1930 en Argentina se había iniciado un amplio proceso de industrialización por sustitución de importaciones. Para mediados de la década de 1940 el sector industrial comenzó a expandirse hacia la industria metal-mecánica, de la mano de grandes emprendimientos siderúrgicos.

En ese contexto, en la década de 1950 comenzaron a instalarse grandes fábricas metal-mecánicas, para la producción de motores, automotores, locomotoras y aviones. Entre ellas se encuentran la fábrica Fiat (1955), IKA (Industrias Kaiser Argentina- 1955) y la transformación de la Fábrica Militar de Aviones en I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) y luego en DINFIA (Dirección Nacional de Fabricaciones e Investigaciones Aeronáuticas).

 

A comienzos de la década de 1950 , era evidente que la industria argentina, desarrollada sobre la base de la sustitución de importaciones, tenía problemas en el sector de la industria pesada, en particular la producción de automotores.

Como estrategia industrial se desarrolla un polo automotriz en Córdoba, donde se creó la Fábrica de Motores y Automotores, luego llamada de Automóviles, hasta que nace I.A.M.E. Sus fábricas produjeron: aviones, motores varios, máquinas y herramientas, automóviles, tractores y motocicletas, entro otros bienes.

 

De esta forma nace Puma, pumita o pumarola, denominaciones por las que se conoce a una motocicleta creada en Argentina en 1952. Se convirtió en un emblema cordobés y en un signo de la industrialización del país de ese entonces.

En la misma línea industrialista, por el lado privado, aparecía la Siambretta, que era una motoneta (escúter) construida por la empresa SIAM bajo licencia de Lambretta entre los años 1954 y 1967.

La fabricación de la Siambretta en Argentina también estuvo ligada a la política industrial impulsada desde el gobierno, de ahí que se la conociera con el nombre de “Pochoneta”.

 

En 1957 Zanella Hnos., nacido como taller metalúrgico en el mismo contexto, fabrica la primera motocicleta con un diseño desarrollado en Italia.

De esta forma, los inicios de la fabricación de motocicletas y sus partes en el país estuvieron ligados a la necesidad del desarrollo de una industria nacional que apuntaba a satisfacer las necesidades de la creciente población, a la vez que generaba trabajo y capacidades tecnológicas propias.

El boom de fabricación y ventas registrado en el sector en esta última década, se enmarca en la renovada tradición industrialista de estos tiempos, favoreciendo la fabricación nacional y el empleo.

 

Crecimiento reciente del Sector: La venta de motos presenta una alta sensibilidad a la actividad económica.

Con el comienzo de la recuperación de la actividad y el empleo a partir de 2003 las ventas siguen el mismo rumbo, iniciando una promisoria fase expansiva.

De esta forma, en la última década la fabricación de motocicletas se ha multiplicado más de 100 veces, superando las 600.000 unidades de producción local este año.

Esto ha generado que se haya pasado de 1.000 puestos de trabajo en 2003 a 4.000 este año, siendo uno de los sectores líderes en creación de empleo.

Este crecimiento exponencial esta explicado por el fuerte incremento de la demanda de motovehículos, gracias a la recuperación del poder adquisitivo de la población, y en el impulso a la política de fabricación nacional y sustitución importaciones por parte del gobierno.

 

Política pro fabricación e integración nacional: A partir de 2007 se acuerda con el gobierno profundizar los esfuerzos en términos de producción local de motovehículos. En ese entonces, el 30% de los motovehículos eran producidos en el país.

Como correlato del compromiso de las terminales y a pesar del estallido de la crisis económica mundial, en 2009 las motos fabricadas localmente superan en ventas a las importadas.

Actualmente, las motos de fabricación nacional están por encima del 80% de las ventas totales del mercado, ofreciendo cada vez mayor variedad en modelos y cilindradas. Así, en cinco años, se ha más que duplicado la participación de las motos de fabricación local sobre el total del mercado, lo que da cuenta de la fortaleza y futuro del sector.

Esto se materializó a través de un aumento de la capacidad productiva de las fábricas presentes y en la instalación de nuevas empresas de capital nacional y de multinacionales, dando lugar a fuertes inversiones en nuevas plantas.

La profundización del proceso de nacionalización del sector no se detuvo ahí, sino que se fue avanzando conjuntamente con el Estado en la sustitución de partes y piezas y en el desarrollo de proveedores locales.

Así, las terminales iniciaron otro fuerte proceso inversor para desarrollar proveedores locales y/o para fabricar internamente las piezas y componentes a sustituir, caso en que muchas de las cuales ya contaba con experiencia.

De esta forma, para fines de este año se alcanzará el 30% de integración en todas las motocicletas hasta 125cc. Esto se traduce en una sustitución de importaciones por más de $500 millones a través de una red de más de 100 proveedores, generando 5.000 puestos de trabajo adicionales.

Lo que demuestra el fuerte compromiso del sector con el desarrollo de la industria nacional. Claramente todo lo anterior, trajo aparejado la proliferación de una extensa red de concesionarios a lo largo y ancho del país, sin lo cual hubiese sido imposible concretar el espectacular crecimiento registrado.

Esto trajo aparejado un positivo impacto económico en zonas históricamente menos desarrolladas, como el NOA y el NEA.

 

Agrupación de cámaras: Con el desarrollo del sector a lo largo del tiempo fueron surgiendo distintas entidades que daban lugar a los diferentes de sus actores, entre las que se encontraban CAM, CIFEMA, CAFACOM y CIMBRA. En estas entidades confluían fabricantes, importadores, motopartistas y otras empresas.

Con el fin de consolidar la representación de los fabricantes de motovehículos, el 26 de setiembre de 2012 se crea CAFAM, como resultado de la conjunción de todas las terminales, unificando la representatividad de los fabricantes en una sola entidad.

De esta forma, CAFAM se erige como la única entidad representativa de los intereses de los fabricantes de motovehículos del país, conformada por 20 terminales que detentan más del 90% de las ventas del sector.

Gracias al conocimiento, tenacidad, innovación y a las estrategias puestas por cada una de las Empresas, CAFAM logra hoy proporcionar herramientas de trabajo a través de acciones concretas y prestando colaboración permanente ante los diferentes organismos del Estado.

A través de esta unión se logró sacar el talento al plantear nuevas soluciones y es el trabajo duro del sector en su conjunto que proporciona los desafíos que se ven a la luz de las actividades impulsadas desde CAFAM y puestas en marcha a través del esfuerzo constante de cada una de las empresas asociadas.